Madrid, y asistiera a las ansias de reformas constitucionales que imperaban en nuestros días. Al pasar la página de uno de los libros me encontré con el Díptico de la crucifixión 1002, otra de las obras carente de paisaje de fondo, de entre las atribuidas a Roger van der Weyden: en el panel izquierdo, Juan sostenía a María; en el derecho aparecía Jesús crucificado. Sobre el fondo negro se levantaba un muro de piedra, tan próximo a los personajes como lo estaba la tela en el Calvario de El Escorial. Dos mantos rojos colgaban del muro, uno a cada lado del díptico, justo detrás de los personajes. Imposible no relacionar las dos obras. 1002 The Crucifixion, with the Virgin and Saint John the Evangelist Mourning (hacia 1450-1455; óleo sobre tabla; panel izquierdo: 180,3 cm × 93,8 cm; panel derecho: 180,3 cm × 92,6 cm), de Roger van der Weyden, Philadelphia Museum of Art (núm. 335; núm. 334), Filadelfia. philamuseum:[obra] 1003 De Triptiek van de Zeven Sacramenten (hacia 1440-1445; óleo sobre tabla; panel central: 200 cm × 97 cm; paneles laterales: 119 cm × 63 cm), de Roger van der Weyden, Koninklijk Museum voor Schone Kunsten Antwerpen, Amberes. kmska kikirpa wiki La última obra sin paisaje de fondo que analicé fue el Tríptico de los siete sacramentos 1003. Sorprendentemente, la escena del Calvario, en primer plano, tenía lugar en el interior de una iglesia. Siete ángeles enarbolaban textos referentes a los sacramentos, cada uno de ellos
sobre la escena que lo ejemplificaba y en un color que reflejaba la situación emocional del momento. Si Roger van der Weyden decidió no pintar un paisaje de fondo solo en un reducido número de obras debió de ser por algún motivo de peso. Los fondos parecían encerrar las claves de la interpretación. Entre el material que estuve ojeando encontré un dibujo de la iglesia de Nuestra Señora de Extramuros de Lovaina, primer destino de El Descendimiento. Al contemplar el dibujo, resultaba inevitable relacionar la forma de la propia iglesia y la del panel central del tríptico: el alzado de la iglesia tenía forma de rectángulo con un saliente en el centro que se correspondía con la torre del campanario, rematada por una cruz. LA GUAGUA 27 Di por buenas las notas que había tomado y salí de la Biblioteca Nacional, crucé el paseo de Recoletos y tomé la guagua 27. A través de los cristales contemplé la ciudad como si de un cuadro se tratase 1004. La materia y la energía, eternos óleos, dibujaban formas de personas, de árboles, de edificios, en una escena en movimiento, inacabada, en la que todo influía en todo, directa o indirectamente, donde cada acción tenía su reacción, llamada a veces voluntad; una 1004 google:mapa