palma hacia arriba; y hacia arriba apuntan sus dedos. El brazo izquierdo traza un arco más cerrado que el brazo izquierdo de Jesús, lo que permite que la mano izquierda de María aparezca junto a la mano derecha de su hijo, si bien un poco más abajo. A mano derecha de la mano derecha de María, a la izquierda según se mira, está la calavera, que carece de maxilar inferior y a la que curiosamente le faltan dos dientes en el maxilar superior, el sexto y el noveno, empezando por la izquierda. Sobre este cráneo, orientado hacia la derecha, serpentea en media luna una línea ósea. Las cuencas de los ojo de la calavera sugieren a su vez un par de ojos abiertos (1) 250 que contemplan la trágica escena y luego se cierran compungidos (2); incluso las fosas nasales semejan dos lágrimas: las cuencas de los ojos lloran cuencas de lágrimas; la muerte, de ojos vacíos, llora lágrimas vacías. En la parte inferior, a la derecha .según se mira. del manto de María, en la vertical del pie izquierdo de José de Arimatea y del derecho de Nicodemo, se ve un hueso humano y unas plantas entre las verdosas rocas». 250 #ahsWEYDENdescendimientoC1 LAS BALLESTAS En este punto di por terminada la descripción de El Descendimiento. Leí lo escrito y lo
contrasté con la obra. Fútil pretensión la de describir con palabras un cuadro. Aun así el resultado me satisfizo: el mero hecho de tener que escribir lo que veía me indujo a observar con más atención la obra, si bien los detalles se acumularon en mi cabeza, más que sobre el papel. Me acerqué un poco más al cuadro y lo observé meticulosamente. Me llamaron la atención las tracerías: sugestionado quizá por los rostros llenos de lágrimas de todos aquellos personajes, no pude evitar interpretarlas como símbolos de ojos que lloraban .al igual que las cuencas del cráneo en el suelo., llegando incluso a identificar las lágrimas. De la unión de una madre y de un padre santos, puro corazón con cabeza, nacía un santo hijo, a imagen y semejanza de sus progenitores. También reparé en la diminuta ballesta colgada de la tracería mayor izquierda, reflejo de la diminuta ballesta colgada en la tracería mayor derecha. La ballesta, con su forma, sugería un cuerpo humano: el aro que la unía al soporte del que colgaba simulaba la cabeza; el arco de la ballesta daba forma a los brazos extendidos y ligeramente curvados hacia abajo, unidos por la tensa cuerda; la mitad superior del eje principal de la ballesta sugería el torso; y de ahí salían las dos piernas, continuación del eje principal y del