LOS SENTIDOS Los cinco pequeños frutos blanquecinos de la multifacética y gigantesca fuente del paraíso semejaban cinco manzanas blancas como la nieve. Los cinco frutos parecían símbolos de los cinco sentidos. La vista y el oído, sentidos por donde la mentira ataca con toda su fuerza, habían florecido y fructificado a la luz de la verdad. El tacto es el sentido equivalente al de la vista para un ciego, o para quien cierra sus ojos (13); quizá por eso las manos floreciesen y brillasen en las esferas traslúcidas. Los esféricos ojos, oídos y boca de la cabeza (20) se unían en pentágono invertido, con el olfato en su centro; y lo mismo sucedía en la cabeza (1), en el panel central, que por eso parecía un zum de la cabeza (20); la cabeza (13), en el interior del pentágono, se proyectaba en la fuente del panel central, también en el interior de su pentágono. El tacto, sentido distribuido, se sugería con el braille 221 de rugosidades y espinas, de puntos y rayas a lo morse 222, con su agrupación tan regular, casi equidistante, más cercanos entre sí los puntos que las rayas. El búho .owl. sugería el punzón .awl. que transmitía su mensaje a través de puntuales excrementos. El 221 Louis Braille (Coupvray, 1809 R París, 1852). wiki 222 Samuel Morse (Boston, 1791 R Nueva York, 1872). wiki
dado sobre los dos dedos de la mano cercenada, en primer plano del panel derecho, remitía a los seis puntos por carácter del código braille que los dedos leían con sus yemas: porque era un seis el número de esa cara del dado, a tenor de los cincos 223. Pero claro, tales relaciones eran imposibles: el Bosco vivió en el siglo XV y principios del XVI, no en el siglo XIX. El número seis, el único oculto en los dos dados, también remitía al archiconocido número de la bestia del Apocalipsis, compuesto de tres seises. Las seis armas blancas, distribuidas en torno a estos dados, incidían en este asunto, máxime si se conectaba con el anterior para concluir, no sin razón, que la bestia del Apocalipsis debió de nacer completamente ciega a la verdad de Dios. 223 wiki Lo que sí que vi en la fuente del paraíso, y sin que me cupiera duda alguna de su intencionada existencia, fueron muchas más cabezas, hijas de la simetría y de un infinito código braille de imágenes, pues así se formaban .estas y todas las anteriores., mediante la combinación de imágenes evidentes, con personajes y elementos de la escena. Las dos flores sobre las dos plataformas circulares, cada cual en su ramal, también sugerían ojos de dos cabezas que tenían su nariz y bigote en la base y en la roca que la sustentaba,